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Fue entonces cuando decidió integrar la Inteligencia Artificial (IA) en su negocio, una decisión que cambió todo. En su departamento de Marketing: Con solo un empleado en marketing, José Manuel sabía que había trabajo para tres personas, pero el presupuesto no lo permitía. "La IA marcó la diferencia. Ahora, mi empleado genera contenido SEO optimizado, lo que aumentó nuestra visibilidad online en mucho menos tiempo", explica. Además, la segmentación de clientes mejoró drásticamente. "Podemos lanzar campañas mucho más efectivas con menor inversión". También automatizaron la gestión de redes sociales. “Ahora tardamos un tercio de los que tardábamos antes”.

En el departamento de Ventas: "La IA nos permitió analizar el comportamiento de nuestros clientes de manera más profunda", explica José Manuel. "Ahora, podemos prever qué productos tendrán mayor demanda en determinados períodos, y ajustar nuestras estrategias de ventas en consecuencia". Esta capacidad para anticiparse a las necesidades del cliente ha resultado en un aumento significativo de las ventas y en rentabilidad, ya que ahora ofrecen lo que sus clientes necesitan, justo cuando lo necesitan.

En la parte administrativa: "Antes, nos consumía horas revisar y cuadrar todo", recuerda José Manuel. "Ahora, la IA lo hace por nosotros en minutos". La automatización de procesos como la generación de reportes y la gestión de facturas ha eliminado errores humanos y liberado tiempo para tareas estratégicas.
Integrar IA en su pequeña empresa parecía intimidante, pero José Manuel está convencido de que fue la mejor decisión. Aunque haya sido un proceso de 6 meses, "Nuestro equipo es más eficiente, más productivo y siento que hemos hecho el cambio que necesitábamos. La IA no sólo nos ha ayudado a sobrevivir, nos ha permitido crecer y competir a un nivel alto", concluye con una sonrisa.